Radu Magdin es CEO de Smartlink Communcations de Rumania y conversó con Alfredo Suárez, coordinador regional de comunicaciones de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, sobre cómo combatir el emergente populismo en la región desde el punto de vista liberal. Magdin parte de una premisa muy concreta: “Los liberales saben mucho de teoría, que te llevan a ganar premios, pero no pueden comunicar con el corazón, que es lo necesario para ganar elecciones”. 

Con base en su experiencia como analista y consultor político en Europa del Este, Magdin expresó que el gran peligro que existe para los liberales es ser demasiado intelectuales y no comunicar de manera concisa, concreta y con corazón, lo que contrasta con los populistas, quienes son primero populares y después populistas. Así mismo, es llamativo que la mayoría de los populistas tanto de izquierda como de derecha, tiene un lenguaje corporal muy fuerte, a veces cómico y muy campechano, lo que resuena con el público, generando una identificación entre votante y político.

Para el comunicador rumano está muy claro que tener las mejores ideas ni los mejores planes es garantía de una victoria electoral, lo que los votantes actuales están buscando son líderes, que reflejen un rumbo claro, y entendible para la sociedad. Un liderazgo que presenta sus objetivos, valores y que no cede a las imposiciones de agenda de los contrincantes, gana elecciones.  

En ese sentido, ambas partes de la charla estuvieron de acuerdo que identificar las necesidades del electorado y crear una narrativa que explique de manera clara y sencilla sus respuestas es el gran desafío. También se resaltó que las crisis son oportunidades, y para aprovecharlas tenemos que estar presentes en el debate político, si no mostramos presencia entonces no somos partícipes en el proceso de la toma de decisiones.

Finalmente, el consultor rumano, compartió la necesidad de tener un liberalismo con “rostro humano”, y agregó “para ello es vital entender que hay personas que tienen frustraciones legítimas dado que perdieron el tren del desarrollo, y en ese sentido se requiere una colaboración liberal de think tanks, instituciones de la sociedad civil, autoridades y partidos políticos para implementar ideas de cambio en beneficio de la comunidad”.