2. Las manifestaciones han sido reprimidas con violencia. El régimen no está respetando el derecho a la protesta y se ha apoyado en la acción de grupos paramilitares, los llamados colectivos, que se presentan como parte del brazo armado de “la revolución armada”.

3. El régimen permite la acción impune de estos colectivos que recorren calles y avenidas de las principales ciudades para amedrentar y posiblemente infiltrar las manifestaciones estudiantiles para generar violencia y daños a la propiedad.

4. El régimen, de nuevo sin respetar el debido proceso, ha comenzado una persecución contra los líderes de la oposición. A Leopoldo López lo apresaron, a la diputada María Corina Machado le están queriendo abrir un proceso para allanarle la inmunidad parlamentaria y al resto de los líderes de la Mesa de la Unidad Democrática los amenazan con costos y sanciones difusas.

5. Mientras todo esto ocurre los problemas del país continúan agravándose. La economía se sigue deteriorando y la inseguridad sigue asolando a los ciudadanos. Estas manifestaciones expresan el descontento por un orden social y económico que niega libertades y derechos mientras conduce con ineficiencia y mala fe los destinos del país. Estas manifestaciones no son las causantes de los problemas sino un reclamo porque los problemas se agravan sin que el régimen quiera y pueda resolverlos.

6. Siempre hemos dicho que el pésimo desempeño de la gestión pública iba a traer problemas de gobernabilidad y conflictividad social. Estamos hoy frente a la constatación de nuestras previsiones. El régimen sigue sin darse por aludido, intensificando la crisis, hundiendo a la economía en más controles, tratando los problemas económicos sin respetar los derechos de propiedad, asumiendo como inexorable el tránsito hacia el comunismo, a pesar de la explicita oposición de los venezolanos, y negando a los demócratas el derecho a la disidencia.

7. CEDICE- Libertad exige respeto por los derechos de los venezolanos, el cese de la represión desproporcionada y la criminalización de la disidencia. El régimen debe garantizar las condiciones de respeto, reconocimiento y libertades que permita el concurso de todos los ciudadanos en la solución de los problemas del país. El régimen debe oír lo que los venezolanos le están exigiendo: Que cese definitivamente una forma de hacer gobierno que se ha deslindado del pacto constitucional y quiere imponer por la fuerza un socialismo que nadie quiere y que el gobierno no puede seguir sosteniendo a través de esquemas populistas que no garantizan otra cosa que el quiebre del país por inflación, endeudamiento creciente, escasez y desempleo.