La ciudadanía guatemalteca exigirá nuevas ofertas de seguridad y progreso económico a sus 23 candidatos gubernamentales en la próximas elecciones. De acuerdo con World Bank, dentro del contexto social, más de la mitad del país vive en pobreza.

Algunos de los cargos más importantes que se disputarán el domingo 25 junio son: presidencia, vicepresidencia, 160 diputados y 340 alcaldes. Verónica Spross, investigadora asociada del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), platicó con Relial para dibujar el posible escenario de estas elecciones en Guatemala.

Rechazo a la política tradicional

Como primer punto, Spross mencionó una falta de claridad en la diferenciación de las opciones dentro de la oferta política, a pesar de ser 23 candidatos a la gobernatura. También añadió que las personas podrían votar por diversas razones que no se relacionan a nuevas propuestas políticas o planes de gobierno sino a gustos personales: mejor marketing político o regalos.

Esta apatía en el país no es nueva, tan solo habría que revisar las cifras del último Latinobarómetro, donde se destaca el bajo porcentaje de aprobación de la figura presidencial en Guatemala:

A nivel América Latina, Giammattei cuenta con la cuarta aprobación más baja del continente, incluso por debajo de los dictadores Nicolás Maduro y Daniel Ortega. Para Verónica Spross existe otro problema grave que se suscitará el siguiente 25 de junio. Al parecer, muchos políticos son vistos como “vehículos electorales”, pues usarán las elecciones para llegar al poder sin ser estructuras democráticas que contribuyan al debate de ideas.

“Eso es peligroso para una sociedad y es uno de los grandes retos en en Guatemala: el tener partidos políticos más sólidos con más principios y una formación real”, menciona Spross.

Los valores y principios también son clave en cualquier proceso electoral, sin embargo esto ha pasado a segundo plano ante la atracción momentánea de algunos candidatos. 

Progreso económico: un problema pendiente

Durante la última edición del Latinobarométro, se les preguntó a los guatemaltecos cuál era el problema más grande de su país, la repuesta arrojó dos resultados: problemas económicos y desempleo

Ejemplo de ello son los más de 300 mil jóvenes que anualmente cumplen los 18 años, los cuales se enfrentan a una oferta laboral de solo 30 mil empleos formales al año. 

Dicha situación provoca una fuerte migración rumbo a Estados Unidos, según Spross. Además, mencionó que la finalidad de estos desplazamientos es subsistir, mantener a sus familias y obtener ingresos. 

Ante este panorama, la mayoría de los candidatos proponen más industrialización y zonas de libre comercio e industria donde se puedan ubicar las empresas para generar empleos y desarrollo.

Aunado a ello, una propuesta que se ha popularizado durante los últimos años es la descentralización, de modo que no todo el desarrollo se concentre en Ciudad de Guatemala, sino que se le apueste a otras 10 ciudades o puertos dentro del país. Por desgracia, para todo lo anterior, Verónica menciona que no hay una estrategia clara sobre cómo pretenden lograrlo.

Otros problemas que señala la investigadora del CIEN son la infraestructura, la digitalización y las deficiencias en la educación técnica.

Inseguridad: ¿amenazas de un modelo autoritario?

Al igual que en varios países de América Latina, la inseguridad es un tema que preocupa cada vez más. “Hay mucho temor, muchas extorsiones a nivel local y a nivel de barrios y eso atemoriza a las personas, impide su desarrollo pleno y también su desarrollo económico”, indicó la especialista.

Los políticos contendientes hablan de fortalecer y capacitar a la policía nacional, pero también de sacar al ejército a patrullar, “lo cual es un tema complicado. No necesariamente es una solución que vaya a ser buena a largo plazo para el país”.

Un punto central en el tema de seguridad es la modernización del sistema carcelario. Hoy día las cárceles de Guatemala están sobrepobladas y experimentan un control deficiente que provoca que muchas de las extorsiones sean planificadas y ejecutadas desde ellas.

Las extorsiones, según menciona, son algo común y por ello los guatemaltecos están volteando a ver otros modelos como el de Bukele, un presidente con el cual algunos de los candidatos ya han mostrado simpatía.