Think Tanks y partidos políticos: la vía hacia una sociedad liberal

Con contadas excepciones, la mayor parte de los latinoamericanos podemos coincidir en una cosa: la democracia liberal no es popular en nuestros países. Ya sea que las personas opten por ideas más conservadoras, proteccionistas o progresistas, es raro que los candidatos liberales lleguen al poder e, igualmente infrecuente es que políticos con otras tendencias opten por implementar ideas liberales.

Ante esta realidad, existen dos vías organizacionales que pueden transformar el panorama: por un lado los centros de pensamientos, que generan  políticas públicas o campañas en favor de temas liberales y, por otro, partidos políticos, que pueden implementar estas reflexiones y hacerlas realidad. En conjunto, llevan el mundo de las ideas al mundo real.

Aunque en papel suene lógico, no es sencillo y, además de desafíos como la voluntad política y la viabilidad de las propuestas, existen complicaciones añadidas en la colaboración entre Think Tanks y partidos. Es por ello que, desde RELIAL, decidimos convocar a representantes de varios centros de pensamiento para navegar el nexo que los une y establecer ciertas guías que permitan mantener la calidad profesional —y en muchos casos académica— de los Think Tanks a la par que permitan llevar a cabo acciones políticas que generen cambios tangibles

Guías para centros de pensamiento

¿Cómo mantener la independencia intelectual ante el financiamiento de partidos políticos? ¿Es deseable trabajar con partidos que no sean liberales? ¿Qué hacer si el integrante de un centro de pensamiento decide emprender una carrera política? ¿Se debe transparentar la cooperación con todos los partidos políticos? Estas son algunas de las preguntas que surgieron durante la discusión y a las cuales se intentó dar respuesta mediante guías prácticas y adaptables que otros Think Tanks pueden implementar en la región.

Un eje clave que guio la respuesta a estas preguntas fue la importancia de defender valores por encima de personas, partidos u organizaciones. Como centros de pensamiento, hubo un consenso general sobre la relevancia de expresar públicamente sus principios y dejarlos claros ante cualquier colaboración de modo que se pueda llegar a acuerdos deseables para ambas partes. 

Por otro lado, es claro que las realidades políticas de los países son desiguales  y, por tanto, las medidas que se llevarán a cabo en cada uno variarán también. Los países democráticos, por ejemplo, pueden permitirse mayores niveles de transparencia, mientras que las dictaduras o los países en los cuales existen distintas formas de amedrentamiento contra la sociedad civil, deben ser mucho más cuidadosos con la información que comparten públicamente para evitar persecuciones.

No obstante, como liberales comprendemos también el enorme valor de la transparencia y la rendición de cuentas. Por ello, una conclusión general fue que, sin importar la forma en la cual se adopten estas medidas, es fundamental tener siempre reglas claras que provean una guía para  la colaboración y que dejen claro tambien al público de los centros de pensamientos.

El rol de los partidos

Además de discutir mejores prácticas para Think Tanks, se debatieron también las expectativas hacia los partidos políticos. La clave, según lo conversado, es la claridad en los términos de colaboración: tanto Think Tanks como partidos deben tener claridad en lo que desean conseguir y en cómo afrontar los riesgos que partan de esta colaboración.

Para ello, los canales de comunicación claros y transparentes son una prioridad. Es gracias a ellos que podrán encontrarse tópicos de interés común para colaborar en temas y espacios que beneficien a ambas partes, así como acciones y mecanismos de seguimiento que permitan visibilizar los resultados.

Por otro lado, un segundo eje en el cual se puso un especial énfasis fue el respeto por el trabajo mutuo, lo cual implica un diálogo abierto en el cual ambas partes designen representantes preparados que tengan todo el conocimiento sobre los proyectos en los cuales estarán trabajando e, igualmente importante, la posibilidad de ambos de emitir críticas respetuosas hacia el trabajo de la otra parte sin afectar la colaboración.

Después de dos días de intensa discusión y colaboración, todas las organizaciones tienen una mejor guía para colaborar en el futuro, lo cual, esperamos, apoyará a la implementación de más políticas públicas liberales en el futuro. Ambos contenidos pasarán a revisión por la mesa directiva y posteriormente serán aprobados por la asamblea en el próximo congreso de la Red.